Construir una valla alrededor de su propiedad tiene un significado más profundo en Paraguay: significa tomar posesión de su propiedad. Por lo tanto, esta fue la primera tarea de nuestro equipo en el proyecto Takuarita después de la encuesta.
Nuestra propiedad es remota y el único camino de acceso termina en la puerta de entrada. Desde allí, todo, desde palas hasta alambres y postes, debía transportarse a pie o en carretas de bueyes. Esto no fue sólo un desafío logístico, sino también una decisión consciente de proteger la naturaleza y no dejar rastro. Mire este breve videoclip sobre cómo trabajar con los bueyes.
El trabajo comenzó con la excavación de los agujeros para los postes. A continuación, los postes se transportaron cuidadosamente a sus respectivos lugares, se anclaron firmemente y se tensó el alambre. Conquistamos la zona paso a paso, conociendo cada día mejor sus particularidades y disfrutando de la compañía de loros verdes, monos amarillo-negros y armadillos que nos acompañaban en el trabajo.
Aunque el trabajo era agotador y a menudo estábamos empapados de sudor, la impresionante vista del lugar nos compensaba con creces. El tiempo que pasábamos juntos en la naturaleza, la compañía de mis colegas, las comidas compartidas y el consumo constante de Tereré, la bebida nacional de Paraguay, a menudo hacían que el trabajo pareciera unas vacaciones. El ambiente profesional y cálido del equipo hizo que cada desafío fuera más fácil.
Después de cinco semanas de intenso trabajo, interrumpido sólo por fuertes lluvias ocasionales, finalmente se terminó la valla. Se ha instalado una hermosa puerta elevada para garantizar que no puedan entrar más vacas a la propiedad y causar más daños a la naturaleza. La naturaleza está empezando a recuperarse y en las próximas semanas y meses veremos más especies animales asentándose aquí nuevamente.
Por Ingo
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